Vivir en Lima, una ciudad de aproximadamente 10 millones de habitantes y 2800 km² tiene sus ventajas desde el punto de vista hidroclimático e hidrometeorológico. Realmente es un lujo habitar en uno de los desiertos mas secos del planeta y el de experimentar fenómenos propios de la subsidencia atmosférica, tan propio de los escasos desiertos costeros.
Si bien desde la hidrologia solo se puede tener registros de pocas lluvias o de caudales intermitentes en las quebradas y rios para algun balance de masa, desde la hidrometeorología resulta interesante los registros de variables meteorológicas para un balance de energía.
